Mañana hará seis 6 seis meses que el anciano más que paciente, estúpidamente creído, confió en que su petición de ser atendido por el especialista de la próstata PROSPERARÁ. Tras que el médico arrogante, pedante y sumamente exigente tomó aparentemente nota de la solicitud terminó una consulta inútil por la ineptitud del galeno.
Se trata de que el especialista determine si hay cáncer, si la inflamación benigna ha dado paso a una hiperplasia maligna, nada menos. Y medio año para este diagnóstico deas demasiado, ¿no cree usted?
Más aún, en esta clínica de la calle de Humboldty del centro de Cuernavaca, para que llegara ante semejante primate dizque facultativo.
A mi queja, la oficina del SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA HA TENIDO A BIEN RESPONDER ASÍ:
Va el viejo a su clínica familiar de ISSSTEria. Va preocupado: la última vez el médico quería a huevo operarlo de loos huevos. Sí, era otra intervención quirúrgica mortal para despachar a un incómodo anciano. La próstata inflamada salía MUY cara al organismo oficial: un promedio de 1300+1200'+1200=2700--más o menos-- mensuales x los años que llevaba con la hiperplastia. En su caso particular, unos seis años. Hay otros que llevan docenas de años. Pues sin ser pitagóricos, anualmente costaba al sistema estatal alrededor de 35 mil pesos. Redondeando: el ISSSTE ha erogado alrededor de 210,000 pesos al término de esa media docena de años de enfermedad. Se requeriría que el viejito viviera, bajo esas circunstancias, otros 48 años para que se aproximara a la suma total del día de hoy, en el supuesto que dejara de aportar su cuota quincenal.
Por tanto, con una conclusión maquiavélica, descarnada y fatal, los administradores dan instrucciones a sus médicos que practiquen una operación que será la final: radicalmente, el viejito dejará de consumir medicinas, dar lata en sus laboratorios, consultorios y farmacias. Será fulminantemente erradicado quedándose en la plancha o muriendo al rato por las calles de su población o agonizando en su casa.
Por otra parte, en su situación de derechohabiente, a fortiori, ha pagado a la institución $825.25 quincenalmente, desde hace 4o años. Así pues, ha aportado al ISSSTE, la cantidad de 19,806 pesos anuales, para un total de $792,240.00, a loa fecha, en su vida laboral.
Esa cantidad global ha sido una contribución personal que no ha ameritado operaciones quirúrgicas, tratamientos, medicinas ni consultas , casi, en el término de su vida propia y la de su esposa e hijos, por la sencilla razón de que siempre prefirió acudir a médicos, hospitales y farmaciasfuera del instituto nacional de salud, por RAZONES OBVIAS.
El caso es que en la forma en que e hacen la vida cansada, en clínicas, hospitales, laboratorios y farmacias del instituto, mejor fuera que se muriera de una vez.
Resulta humillante el trato por médicos trogloditas, enfermeras regañonas y administrativos inmisericordes.
Nunca oyeron hablar de derechos humanos. Pero, en el caso de los viejos, mejor sería que les dieran una patada en el trasero, porque sería menos penosa que el trato descortés, primitivo que recibe.
Mind you, el trato rudo es generalizado. La burrocracia ha invadido pasillos, consultorios y oficinas. Cada empleado se siente un Santa Anna o Porfirio Díaz y las mujeres son peores que La Coronela. No se miden. Atacan con fiereza al paciente como si fuese su enemigo.
Un ejemplo reciente: el viejito llega a la clínica Humboldt, llamada así, en Cuernavaca, por la calle que evoca al gran humanista que alguna vez la visitara. Pero el sabio alemán no merece que la clínica lleve su nombre. Allí al viejito le dicen:
--No. Usted no tiene cita. No tiene expediente. El consultorio que le dieron por teléfono ya ni siquiera existe: está cancelado...
-- ¡Cómo!, aquí está la copia del dictado por la telefonista central de citas. Dice: consultorio 8, 8 am.
Pues para no hacerle largo el cuento, al final de cuatro horas de ir de enfermera a médico, de la oficina del coordinador de servicios, a la dirección de la clínica, del archivo a los pasillos donde deambulaban los administrativos y, en fin, tras un verdadero Vía Crucis, resulta que la cita era para las ocho de la noche y que el expediente estaba en algún lugar para pasarlo al médico que abrir+ía el cancelado consultorio nueve!!!
Naturalmente, todos coinciden en ese antro dizque de medicina preventiva, qjue el paciente viejo tiene la culpa por no fijarse en que 8 am era 8 pm.
Sin embargo, lo que le debe importar al público es que no hubo una sonrisa, una palabra de aliento o de apoyo ni una disculpa de ninguno de esas energúmenas que han conquistado un lugar desde done pueden ofender, insultar y mofarse de viejitos y quien quiera que se enfrente a su ira contenida de mujeres revanchistas.
El viejito pretendió hablar con la Directoria del nosocomio, clínica o como le llamen los issst+ericos, pero con un empujón saco al viejo de su camino:
--No, no lo recibbo ahorita. Estoy llegando y si quiere verme, ¡espere!
Tres horas después, la angelical señora Dra. María de los Ángeles Ortega Flores seguía muy ocupada.
Mientras, la señora que acompaña al viejo paciente, para hacerl menos tediosa la larguísima espera, le cuenta:
LA RANA Y EL VIEJO
Paseaba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita: -Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero sí me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir. El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada: -¿Qué? ¿No me vas a besar? -¡No! - Respondió el viejecito - A mí edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual...
Un poco más en serio: Este paciente viejito, no hace mucho se fue a éxico, desesperado, porque el urólogo que lo atiende en el ISSSTE Cuernavaca, le había dado el pase de la muerte: vaya Usted a la sección preoperatoria, porque le tendré que operar de la próstata, el índice que marca el laboratorio hace que se requiera la intervención quirúrgica de inmediato.
Llega con el mejor urólogo de México. Elías Dibb lo observa, le diagnostica una hiperplastia benigna y le dice que vaya a un laboratorio al día siguiente. Va y el resultado es que el índice del lab del ISSSterico, tenía cuatro puntos arriba del nivel real.
Uno puede preguntarse si no más fue un error o si se trata de una campaña terrorífica para exterminar a los viejops y acabar, de una vez, con sus odiseas, martirios y via crucis por los pasillos de los nosocomios issstéricos...
¿Usted qué cree?
Sí, acertó, hay una cruzada diabólica de todos los ángeles luciferinos en contra de los Matusalén. Aquí, en Morelos, nadie va a sobrevivir, tras una intervención drástica issstérica... ¡Todos se irán "al Diablo!"
Se trata de que el especialista determine si hay cáncer, si la inflamación benigna ha dado paso a una hiperplasia maligna, nada menos. Y medio año para este diagnóstico deas demasiado, ¿no cree usted?
Más aún, en esta clínica de la calle de Humboldty del centro de Cuernavaca, para que llegara ante semejante primate dizque facultativo.
A mi queja, la oficina del SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA HA TENIDO A BIEN RESPONDER ASÍ:
C. Manuel Augusto Walter Livingston Denegre Vaught y Alcocer.
Recibimos el correo electrónico que le dirige al C. Presidente de la República, Lic. Felipe Calderón Hinojosa, solicitándole intervención respecto de la problemática médica que enfrenta.
Sobre el particular, me permito informarle, que en su comunicado, omitió señalar diversos datos, indispensables, para generar el trámite respectivo, por lo que a través de esta vía, le hacemos saber, que es necesario proporcione:
-Su domicilio para recibir correspondencia, incluyendo número telefónico.
Por lo anterior, le solicitamos se comunique a los teléfonos 01800-080-1127 y/o 01-55-5093 4800, Ext. 4567, con el Lic. Rodolfo Ramírez Torres, de lunes a viernes, de 9:00 a 17:45 hrs. o bien, nos remita dicha información, al presente e-mail.
A t e n t a m e n t e
Lic. Rodolfo Ramírez Torres.
Y POR MEDIO DE LA PRESENTE, RESPONDO ASÍ:
DERECHOHABIENTE DEL ISSSTE desde 1976, profesor titular del área semiológica de la carrera de Comunicación Social de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA, UNIDAD XOCHIMILCO. MI NOMBRE ES MANUEL AUGUSTO Walter Livingston Denegre Vaught y Alcocer
Y MI CREDENCIAL, DESDE HACE YA CASI 40 AÑOS, lleva esta nomenclatura:
DEAL 360729, adscrito a la Unidad Familiar Humboldt de Cuernavaca.
y ESA HIPERTORFIA DE PRÓSTATA REQUIERE UN TRATAMIENTO DE FINASTERIDA Y TAMSULOSINA una de cada cual cada 24 horas. Y dichop tramiento con una longevidad de un año ha sido detenido desde el mes de febrero pasado poniendo en peligro la vida del paciente.
El domicilio del paciente es Mediz Bolio 70 Col Granjas Mérida, en Temixco, Morelos. Teléfono 777 3855925
Y lo que sigue es una amarga queja, por jocosa que parezca:
Va el viejo a su clínica familiar de ISSSTEria. Va preocupado: la última vez el médico quería a huevo operarlo de loos huevos. Sí, era otra intervención quirúrgica mortal para despachar a un incómodo anciano. La próstata inflamada salía MUY cara al organismo oficial: un promedio de 1300+1200'+1200=2700--más o menos-- mensuales x los años que llevaba con la hiperplastia. En su caso particular, unos seis años. Hay otros que llevan docenas de años. Pues sin ser pitagóricos, anualmente costaba al sistema estatal alrededor de 35 mil pesos. Redondeando: el ISSSTE ha erogado alrededor de 210,000 pesos al término de esa media docena de años de enfermedad. Se requeriría que el viejito viviera, bajo esas circunstancias, otros 48 años para que se aproximara a la suma total del día de hoy, en el supuesto que dejara de aportar su cuota quincenal.
Por tanto, con una conclusión maquiavélica, descarnada y fatal, los administradores dan instrucciones a sus médicos que practiquen una operación que será la final: radicalmente, el viejito dejará de consumir medicinas, dar lata en sus laboratorios, consultorios y farmacias. Será fulminantemente erradicado quedándose en la plancha o muriendo al rato por las calles de su población o agonizando en su casa.
Por otra parte, en su situación de derechohabiente, a fortiori, ha pagado a la institución $825.25 quincenalmente, desde hace 4o años. Así pues, ha aportado al ISSSTE, la cantidad de 19,806 pesos anuales, para un total de $792,240.00, a loa fecha, en su vida laboral.
Esa cantidad global ha sido una contribución personal que no ha ameritado operaciones quirúrgicas, tratamientos, medicinas ni consultas , casi, en el término de su vida propia y la de su esposa e hijos, por la sencilla razón de que siempre prefirió acudir a médicos, hospitales y farmaciasfuera del instituto nacional de salud, por RAZONES OBVIAS.
El caso es que en la forma en que e hacen la vida cansada, en clínicas, hospitales, laboratorios y farmacias del instituto, mejor fuera que se muriera de una vez.Resulta humillante el trato por médicos trogloditas, enfermeras regañonas y administrativos inmisericordes.
Nunca oyeron hablar de derechos humanos. Pero, en el caso de los viejos, mejor sería que les dieran una patada en el trasero, porque sería menos penosa que el trato descortés, primitivo que recibe.
Mind you, el trato rudo es generalizado. La burrocracia ha invadido pasillos, consultorios y oficinas. Cada empleado se siente un Santa Anna o Porfirio Díaz y las mujeres son peores que La Coronela. No se miden. Atacan con fiereza al paciente como si fuese su enemigo.
Un ejemplo reciente: el viejito llega a la clínica Humboldt, llamada así, en Cuernavaca, por la calle que evoca al gran humanista que alguna vez la visitara. Pero el sabio alemán no merece que la clínica lleve su nombre. Allí al viejito le dicen:
--No. Usted no tiene cita. No tiene expediente. El consultorio que le dieron por teléfono ya ni siquiera existe: está cancelado...
-- ¡Cómo!, aquí está la copia del dictado por la telefonista central de citas. Dice: consultorio 8, 8 am.
Pues para no hacerle largo el cuento, al final de cuatro horas de ir de enfermera a médico, de la oficina del coordinador de servicios, a la dirección de la clínica, del archivo a los pasillos donde deambulaban los administrativos y, en fin, tras un verdadero Vía Crucis, resulta que la cita era para las ocho de la noche y que el expediente estaba en algún lugar para pasarlo al médico que abrir+ía el cancelado consultorio nueve!!!
Naturalmente, todos coinciden en ese antro dizque de medicina preventiva, qjue el paciente viejo tiene la culpa por no fijarse en que 8 am era 8 pm.
Sin embargo, lo que le debe importar al público es que no hubo una sonrisa, una palabra de aliento o de apoyo ni una disculpa de ninguno de esas energúmenas que han conquistado un lugar desde done pueden ofender, insultar y mofarse de viejitos y quien quiera que se enfrente a su ira contenida de mujeres revanchistas.
El viejito pretendió hablar con la Directoria del nosocomio, clínica o como le llamen los issst+ericos, pero con un empujón saco al viejo de su camino:
--No, no lo recibbo ahorita. Estoy llegando y si quiere verme, ¡espere!
Tres horas después, la angelical señora Dra. María de los Ángeles Ortega Flores seguía muy ocupada.
Mientras, la señora que acompaña al viejo paciente, para hacerl menos tediosa la larguísima espera, le cuenta:LA RANA Y EL VIEJO
Paseaba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita: -Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero sí me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir. El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada: -¿Qué? ¿No me vas a besar? -¡No! - Respondió el viejecito - A mí edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual...
Un poco más en serio: Este paciente viejito, no hace mucho se fue a éxico, desesperado, porque el urólogo que lo atiende en el ISSSTE Cuernavaca, le había dado el pase de la muerte: vaya Usted a la sección preoperatoria, porque le tendré que operar de la próstata, el índice que marca el laboratorio hace que se requiera la intervención quirúrgica de inmediato.
Llega con el mejor urólogo de México. Elías Dibb lo observa, le diagnostica una hiperplastia benigna y le dice que vaya a un laboratorio al día siguiente. Va y el resultado es que el índice del lab del ISSSterico, tenía cuatro puntos arriba del nivel real.
Uno puede preguntarse si no más fue un error o si se trata de una campaña terrorífica para exterminar a los viejops y acabar, de una vez, con sus odiseas, martirios y via crucis por los pasillos de los nosocomios issstéricos...
¿Usted qué cree?
Sí, acertó, hay una cruzada diabólica de todos los ángeles luciferinos en contra de los Matusalén. Aquí, en Morelos, nadie va a sobrevivir, tras una intervención drástica issstérica... ¡Todos se irán "al Diablo!"
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